viernes, 21 de febrero de 2020

Aves de Presa, o cómo combatir el machismo con... ¿misandria?

Antes de ir al meollo de la cuestión, quisiera hacer un pequeño disclaimer: no he venido aquí a hacer leña del árbol caído. Aunque en este artículo voy a examinar por qué la peli no me ha convencido y a ratos incluso me ha molestado, el relativo fracaso de taquilla de Aves de Presa no me alegra, ni creo que vaya a traer ninguna consecuencia positiva. Es genial que se hagan películas como esta, en las que el equipo creativo principal es femenino, porque esto solo puede significar abrir más espacio para que entren un montón de mujeres con cosas nuevas que aportar, y eso solo puede redundar en un panorama cinematográfico más rico y variado, mejor para todo el mundo y que dé más oportunidades a voces nuevas. Pero dicho esto, tengo que confesar que Aves de Presa no me pareció muy buena película, y me dejó un sabor de boca un tanto enrarecido.
La cosa pintaba bien: la Harley Quinn que interpretaba Margot Robbie era, por goleada, de las mejores cosas que ofrecía ese artefacto llamado Escuadrón Suicida, que formaba parte del cada vez más estrambótico DCEU. Hago un inciso para declarar que me fascina cada nuevo movimiento que hacen porque, en este sentido, son mucho más imprevisibles que el MCU, y ahora que las pelis en solitario en general están funcionando mejor que las de grupo, da curiosidad ver por dónde seguirán los tiros... ¿Un reboot de Batman? ¿Un reboot de Superman? ¿Ambos reboots se seguirán ambientando en el universo de los personajes que sí han funcionado, como Wonder Woman, Shazam o Aquaman? ¿Es verdad esa teoría de que la peli de Flash va a servir de excusa para hacer ese reboot parcial? Sí, puedes criticarle muchas cosas al DCEU, pero nunca le podrás acusar de ser poco dinámico.

En fin, volviendo a Aves de Presa, como decía, todo era muy prometedor al principio. Margot Robbie es una actriz con un talento y un carisma tremendos, y el papel de Harley le va como un guante (y en esta peli vuelve a demostrarlo). Las imágenes promocionales tenían una pinta fantástica, llenas de colorido y creatividad; en particular me fascinaban esas paletas de colores ácidas y la predominancia del amarillo, el rosa y el azul en algunas de ellas. Se acababa el rollo "oscuro" de Escuadrón Suicida.

No me digas que este cartel no es maravilloso

Pero llega la peli, y resulta que todos esos colorines envolvían un producto bastante más oscuro de lo que parecía: la peli es extremadamente violenta, y lo es de una forma bastante explícita y "sucia". Hay escenas que huesos crujiendo y caras siendo despellejadas que a una parte del público le revolverán en su silla, y a otra directamente le impedirán el paso: la película se gana su calificacón de R en EEUU, para mayores de 16 en España, y personalmente creo que es aquí donde se encuentra uno de los motivos de que no haya tenido mejor taquilla. Con un marketing tan divertido y colorista, que podía atraer a una buena parte del público infantil, es una lástima y parece contradictorio revelar después un contenido tan cafre.

Pero no he venido aquí a hablar de eso, sino del contenido "ideológico" de la peli, y es aquí donde pienso que ha patinado más. La película lleva por bandera el feminismo, desde el momento en que está dirigida, guionizada, protagonizada, y producida por mujeres, y su contenido es, en definitiva, una lucha de mujeres contra hombres. En algún momento, alguien del equipo (¿todo el mundo?) se han creído esa idea tan de VOX y similares de que el feminismo pretender destruir al hombre, el cual es malo por naturaleza, y por tanto, una peli "feminista" debe consistir en dos horas de tías machacando a tíos. TODOS y cada uno de los personajes masculinos de la peli son malvados, corruptos, tontos y/o traidores (si no recuerdo mal, ¿con la posible y única excepción del cocinero que hace los bocatas favoritos de Harley?). Todo empieza muy bien con la decisión de Harley de romper sus ataduras emocionales con el Joker (¡bien por ti! ¿Quién querría en su vida a ese engendro grimoso que encarnó Jared Leto?), pero lamentablemente la peli ipso facto se olvida de las sutilezas y los matices, y mete decididademente a todo el equipo XY en el saco de lo despreciable.

Párrafo aparte merecen los dos malos principales, que nos traen de vuelta a un viejo conocido: ese antiguo y casi olvidado cliché del cual con gusto me habría despedido para siempre, que es el mariquita malvado.  Hoy en día parece mentira, pero hubo un tiempo (¡no hace tanto!) en que, en el mundo de la ficción, uno de los atajos para indicarle al público que un personaje era misógino, antisocial y malvado, era ponerle mucha pluma y sugerir que era gay. Hay tantos ejemplos que podríamos estar mucho rato nombrándolos, pero así a bote pronto, tenemos a Hades de Hércules, Xerxes de 300, Scar de El rey león, Frank-N-Further de The Rocky Horror Picture Show, a Freezer de Dragon Ball... Este viejo cliché hunde sus raíces en el mito de que un hombre, por ser gay, tiene que necesariamente sentir "asco" de las mujeres (porque no valen las medias tintas, y lo contrario de la atracción, por lo visto, tiene que ser la repulsión, en vez de, simplemente, la no-atracción). Por otra arte, alguien que desafía un pilar tan básico de la masculinidad como es la atracción por las mujeres, pero que se comporta de manera femenina, tiene que estar muy mal mentalmente, ¿no? Y eso solo puede significar que es perverso y, por extensión, misántropo. En fin, en resumen, el cliché parte de supuestos obviamente homófobos, y es por eso que era de esperar que según la sociedad fuera avanzando, lo fuésemos desterrando al panteón de las cosas que hoy día da apuro ver, como los viejos anuncios de mujeres fregando suelos mientras el marido lee el periódico.

"¿Yo, malvado? Pero si soy divino..."

En la peli que nos ocupa, Ewan McGregor (¿¡por qué nos haces esto, Ewan!? Con lo que tú has sido) se dedica a hacer gestitos, chilliditos y mohínes junto con su novio pareja en el crimen durante media peli, componiendo a un villano, Roman Sionis, cuyos principales rasgos son su misoginia y su pluma. Odia a Harley por ser mujer, y, suponemos, odia a las mujeres por ser gay. Sí, lamentable. Su compi no sale mejor parado, y ambos retratan algo que si bien nunca se explicita en la peli, esrá bastante claro que es una pareja sentimental. Existe la teoría de que, en el montaje original de la peli, el hecho de que sean pareja era mucho más explícito que después de que se hicieran los reshoots (¿regrabaciones? ¿rodaje adicional? ¿alguien sabe cómo se traduce esa palabra?). Pero dado que los test con público iniciales no arrojaron opiniones favorables, se decidió enmascarar un poco este dato, entre otros retoques. Una pista que avalaría esta teoría es que, según avanza la peli, el personaje de Ewan parece ir teniendo menos pluma, y al parecer en las entrevistas iniciales el actor parecía aludir a la relación entre su personaje y Victor Zsasz de una forma más explícita.

La peli compensa en parte este, en mi opinión, patinazo, con el personaje de Renée Montoya, la cual al principio se explica que es lesbiana y la ex de otra investigadora de la policía. Así como en el caso de Roman Sionis el personaje es bastante plano y su sexualidad parece "definir" su maldad, en el de Montoya el personaje tiene más matices y el hecho de ser lesbiana es tratado como un dato anecdótico más del personaje, que ni la define ni la encasilla en ningún rol determinado.


Y es aquí donde personalmente creo que estaría la clave para hacer un film verdaderamente feminista, y no una fantasía misándrica como esta peli, donde las autoras parecen pensar que tener a un grupo de tipas duras dándoles hostias a un ejército de hombres uniformemente tontos, corruptos y malvados es el punto culminante del feminismo. No se trata de idealizar a ningún sexo ni caricaturizar al otro, sino de analizar las estructuras de poder que funcionan en la sociedad y que impiden que exista la igualdad real, y sobre todo cómo esas estructuras influyen de formas sutiles y no tan sutiles en cada persona dependiendo no solo de su sexo, sino también de sus características personales. Podemos ver alguna pincelada de esto en cómo sus superiores boicotean a Renée Montoya para atribuirse el mérito de sus logros (¿cuántas veces en la historia ha ocurrido esto? ¿conoces el caso de la ex de Einstein, Mileva Maric, la cual tuvo que ocultar sus importantes aportes a la teoría de la relatividad para que únicamente se llevara la fama él?), o en cómo cuando Harley decide cortar con el Joker se viene a bajo toda la protección virtual que tenía frente al resto de malhechores de Gotham. Pero la peli deja todo esto bastante en segundo plano y decide tirar por la vía simplista del "buenos vs. malas" que hemos comentado.

Dadas las cifras que está cosechando, el futuro de la franquicia parece peligrar bastante... Pero, pese a todo, ojalá Margot Robbie obtenga la oportunidad de enfundarse en la colorida ropa de Harley una tercera vez, y pueda ahondar más en la complicada psique de este personaje lleno de potencial, capaz de hacer las mayores burradas mientras sonríe como una loca, y, a medio camino, ponerse seria y hacer un acertado diagnóstico psicológico de los que la rodean. No todos los días las pelis de acción nos sorprenden con alguien tan inusual, y sería una pena que todo se terminara aquí.