martes, 27 de junio de 2017

Wonder Woman (2017): hay muchas maneras de cambiar el mundo


 El recorrido que Wonder Woman, la película y el personaje, han trazado hasta llegar a la gran pantalla, ha sido largo y tortuoso. Y es que sobre los hombros de la amazona descansaban un montón de expectativas, posibilidades y responsabilidades. Esto no era solo una película: esto era una apuesta al doble o nada, de cuyo resultado artístico y comercial dependía una importante posibilidad de evolucionar para la cultura y por ello para la sociedad. Tal vez parezca que exagero, pero estoy convencido de ello, y me explico.

La última peli protagonizada por una superheroína de cómic fue Elektra, en 2005. Aquella peli, un spin-off de Daredevil protagonizado por Jennifer Garner, se pegó un importante batacazo comercial y crítico. Corrían malos tiempos para el cine de acción protagonizado por mujeres: Catwoman, Ultraviolet y Aeon Flux, aunque contaban también con actrices de primer nivel, tuveron también resultados flojísimos en la taquilla y en la crítica, y al final el subgénero entró en un largo período de criogenización, sólo interrumpido en parte por la saga de Resident Evil, que al menos a nivel comercial triunfaba, y sobre todo Los Juegos del Hambre, que esta vez sí, sumaba unas críticas bastante postivas a su buen rendimiento en taquilla.

Tengo que reconocer que tengo una cierta debilidad por todas las pelis que menciono ahí arriba (particularmente por Elektra, de la que quizá algún día hablaré), pero aunque les vea sus cualidades positivas, no puedo negar que eran flojas, y en muchos aspectos se notaba la poca fe que los estudios responsables tuvieron en ellas, más allá de poner a una actriz famosa de cabeza de cartel. Directores que en varios casos no se tomaban muy en serio a su personaje, guiones descompensados, falta casi total de respeto a las fuentes de esos personajes.. El fracaso era casi obligatorio.
 
En Wonder Woman, casi se puede palpar, el estudio puso toda la carne en el asador. Empezando con una directora potente (Patty Jenkins, autora de la inolvidable Monster), siguiendo por una protagonista que no era muy famosa (ni tan curvilínea como algunos pensaban que debía ser) pero sí perfecta para encarnar a la amazona, luego por un guión bien dosificado (aunque un tanto largo, la cruz cinematográfica de nuestro tiempo), y acabando por una maquinaria promocional a la altura.

Y el resultado es digno del nombre de la protagonista.




Patty Jekins y Gal Gadot se alejan por completo del sendero del cinismo, las caras serias y los tonos grisáceo-azulados de sus predecesoras, y componen a una superheroína que si por algo destaca es por su bondad, su optimismo, su calor humano, su, en el mejor sentido del término, inocencia. Wonder Woman se mete de cabeza en la Primera Guerra Mundial no porque la obligue a ello un árido sentido del deber, sino porque desea ayudar a la gente, detener la guerra y salvar todas las vidas que pueda.

La película está llena de momentos memorables, destacando esa icónica secuencia en la que Diana se cansa de seguir todo el rato las indicaciones de Steve, se coloca por primera vez su diadema, se quita la capa y sale a campo abierto a cambiar por sí sola el curso de la batalla. Viéndola avanzar por el campo, devolviendo las balas con sus brazaletes y defendiéndose de la artillería con su escudo, entendemos de golpe todo lo que Diana Prince representa, tanto dentro como fuera de la película.

La directora tuvo que luchar para que esta escena no fuese cortada del montaje. De repente se entiende mejor por qué el universo cinematográfico DC iba como iba... 
Las cualidades de Wonder Woman como persona y superheroína nunca dejan de estar presentes a lo largo de la película: tanto la valentía y la fuerza, como su compasión, optimismo y bondad. Y es que desde el principio el personaje fue creado con una idea en mente: representar cómo determinadas cualidades tradicionalmente femeninas y que se percibían como asociadas con la debilidad, podían ser en realidad aquello que la hacía más fuerte y heroica. La directora ha tenido esto en mente durante todo el proceso de creación de la película y podemos verlo incluso en detalles como su forma de luchar: aunque Diana porta una espada, la mayor parte del tiempo se enfrenta a sus enemigos de forma no letal, con puñetazos y patadas, golpes de escudo y con el Lazo de la Verdad. No lucha para matar, sino para conseguir la paz. El contraste con los rascacielos demolidos por Superman en Man Of Steel es abismal...

Para redondear la peli, tenemos unos cuantos secundarios entrañables (destacando a la divertida Etta Candy; y aprovecho el paréntesis para lamentar que no tenga un papel mucho, mucho mayor en la peli), y hasta el obligado personaje masculino que da pie a la subtrama romántica, está escrito e interpretado con acierto, y tiene su propio peso en la trama sin necesidad de eclipsarle o anularle para que la protagonista brille, como tantas veces ocurre en pelis de este estilo cuando se invierten los roles y él es el héroe y ella "la novia".

Otra escena icónica. Esta además dio pie a un hashtag, #WWGotYourBack en el que mujeres y niñas guardan espadas en sus vestidos. Si esto no es un ejemplo de empoderamiento a través de de la cultura que baje dios y lo vea.

Decía al principio que la peli cargaba con un gran peso a sus espaldas, mayor que el que cargan otras pelis de expectativas comerciales similares: Wonder Woman tenía que demostrar que una película de superhéroes protagonizada por una chica y dirigida por una mujer podía triunfar en taquilla. Casi me da vergüenza tener que teclear la frase anterior, pero es que esta ridícula idea estaba de verdad implantada en las mentes de los productores ejecutivos de Hollywood (para muestra, un botón: cuando rodó esta peli, Patty Jenkins no firmó un contrato que la atase a una secuela, como ocurre habitualmente con este tipo de películas, lo que muestra que los productores, pesea todo, no las tenían todas consigo). Wonder Woman ha pulverizado este prejuicio, y sólo nos queda esperar que el ejemplo cale, y la idea quede desterrada ya para siempre.

Este artículo va dedicado a Pedro y Marina. Ojalá hubiésemos podido estar juntos para verla. 

sábado, 10 de junio de 2017

El friendzoning, o por qué las chicas (supuestamente) deben "corresponder"



Si hay un barómetro sociológico infalible y al alcance de casi todos, son los memes que nos llegan a través del WhatsApp. Muchas veces he sabido si en mi ciudad natal hay una ola de calor, o si ha ocurrido cualquier acontecimiento curioso, por la remesa de memes que me han llegado respecto a ese asunto antes que por las noticias. Y luego están otros chistes que no hacen referencia a sucesos tan específicos o recientes, sino a cosas más generales, como tendencias, conceptos que se ponen de moda... Desde hace unos añitos, tenemos el caso que me ocupa hoy: ese concepto denominado friendzoning.

En realidad, aunque la palabra sea más o menos nueva (y esté en inglés, of course), el concepto al que alude el friendzoning es algo más viejo que el hambre: que la persona que te guste te diga que sólo quiere ser tu amigo. Y aquí yo pongo "la persona", pero la realidad, si vamos a ser francos, es que en los chistes que me llegan, y que se pueden ver en una simple búsqueda en Google, el punto de vista siempre es de un chico al que le gusta una chica (preferentemente buenorra nivel 100), y esta, la muy zorra, solo le ve como un amigo. Puntos extra si el chico tiene acné o pinta de friki de Star Wars, por ejemplo.
 
Mi problema con el friendzoning es que le veo un buen puñado de implicaciones estúpidas y machistas; específicamente androcentristas, si vamos a concretar. Algunos se toman esa frase de que el hombre es la medida de todas las cosas un poco al pie de la letra, ya sabéis.

Para empezar, está esa noción implícita de que si eres amable con una chica, esta te debe algo. Ya sabes: si la escuchas cuando tiene problemas (con ese chico al que no le hace friendzoning, por ejemplo), si la invitas a algo, si la ayudas con lo que sea... Lo mínimo es que se enrolle contigo, ¿no? Pues resulta que no. ¿Hay alguna norma por la cual las chicas deben ofrecer sexo a los chicos que las tratan bien y yo no me había enterado? La realidad es que una chica, o cualquier persona con la que te muestres atento, no te debe nada.  Nadie está moralmente obligado a acostarse o salir con nadie, por muy bien que te hayas portado con esa persona ni muchas copas a las que les hayas invitado.

La muy cabrona se negó a corresponderle. Muy fuerte.

Por otro lado, está el tema del androcentrismo del que hablaba antes. En estas situaciones que plantean los memes, parece insinuarse que este fenómeno se da particularmente entre las mujeres respecto a los hombres; vamos, que son ellas las que principalmente hacen friendzoning a los hombres. Sin embargo, lamentablemente lo de que a Fulanito/a, esa persona por la que suspiras, no le atraigas nada de nada, es una experiencia prácticamente universal. Y tampoco es exclusiva de personas heterosexuales, déjame añadir. Esta concepción de que son sobre todo las chicas las que se lo hacen a los chicos trae consigo su pequeño cargamento de implicaciones machistas, como que las chicas son manipuladoras y desagradecidas con los hombres, y que los hombres están dispuestos a tirarse a la primera que les diga sí. Aunque luego, tiene gracia, en estos chistes ella siempre es prácticamente una diosa y él un tipo normal; vamos, que nunca me encuentro con chistes en los que el chico esté tratando de ligar con una chica normal y corriente. ¿Por qué se enrabietan tanto estos chicos de los memes de que esas buenorras no les correspondan a ellos, con un físico más normal, cuando ellos mismos sólo la están eligiendo a ella por su físico?

Muchos memes resaltan además el hecho de que el chico en cuestión sea dulce, cariñoso, amable, escuche a la chica o le haya hecho un gran favor... Y ella pese a todo le dice que sólo le ve como un amigo. La implicación es que a ti, que eres super majo y buen tío, te rechaza la muy cabrona (y seguro que luego querrá liarse con un chungo). Pero, ¿se puede hablar de verdadera amabilidad o simpatía cuando esas actitudes no son más que tácticas para conseguir a una persona? ¿Es verdaderamente tan buen tío alguien a quien le aburren tus problemas pero sólo finge que te escucha y le importas porque quiere acostarse contigo? Desde alguien así muy buen partido no parece.


La atracción es algo incontrolable y completamente libre, chicos. A veces, a base de ser amable y estar siempre ahí para esa persona que tanto te gusta, es posible que la acabes conquistando. Pero también es perfectamente posible que no consigas nada, porque esto no es un videojuego donde sumar puntos, y nadie tiene la culpa de no corresponderte como tú querrías. Búscate a una persona con la que conectes de verdad, una persona a la que le interesen las mismas cosas que a ti, y no trates de fingir falsas e interesadas amistades cuando lo único que desees con alguien sea tirártelo/a.

Y si lo haces y esa persona te dice la famosa frase de que sólo quiere ser tu amigo/a, déjate de hablar de friendzoning y demás excusas y entiende que el resto de las personas del mundo tienen sus propios deseos y motivaciones y no están ahí para cumplir los tuyos. 

¿Y si te dijera que el friendzoning es una gilipollez, porque las chicas no son tragaperras a las que les metes amabilidad hasta que te toca el sexo?