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sábado, 9 de febrero de 2019

Una recomendación: Obscenidad, de Rokudenashiko



Cuando se piensa en Japón, mucha gente tiene la idea de que es un país "avanzado". Yo mismo lo creía. En este blog me parece haber hablado alguna vez de cómo viendo sus series y mangas uno podía llegar a pensar que también era una sociedad muy avanzada a nivel de derechos e igualdad. Al fin y al cabo no era difícil encontrar personajes LGBT o al menos de sexualidad ambigua, chicas guerreras, a menudo un contenido sexual mucho más claro en obras juveniles que otras obras occidentales...

Lamentablemente, esta imagen no se corresponde con la realidad social del país. Los derechos LGBT en Japón, si bien no están al nivel de atraso de otros países, y tu vida digamos que no corre peligro por salir del armario, están aún en pañales, y me temo que todo indica que es una sociedad muy reacia al cambio, por lo que mientras el resto del (¿primer?) mundo vamos a buen ritmo, allí la cosa va a ir con mucha calma hasta que se pongan al día. Y si hablamos de igualdad entre sexos, bueno, bueno, digamos que esto junto com el nivel de mojigatería y atraso del país en materia de sexualidad queda reflejado con total claridad en el manga del que quería hablar hoy, Obscenidad, de la artista Megumi Igarashi, también conocida con el nombre artístico de Rokudenashiko ("inútil").

Un buen día, la autora tuvo la inocente idea de hacer un molde con arcilla de su manko (vagina, en japonés). A continuación lo decoró con purpurina y colorines, y empezó a crear todo tipo de obras de arte a partir de esa forma básica, que hay que decir que pese a lo que pueda parecer, eran muy infantiles y graciosas, perfectas para cualquier amante de lo cuqui.


En un momento dado, la artista tuvo la idea de crear una canoa en la que el hueco para meterse era una gran vagina. Para poder llevar a cabo su idea, Rokudenashiko puso en marcha un crowdfunding, y el regalo para los colaboradores consistió en enviarles el archivo 3D de su vagina, para que pudiesen imprimir en cualquier impresora 3D los objetos que quisiesen con esa forma. Lo que no se imaginaba la pobre es que la policía llevaba un tiempo siguiéndole la pista (al parecer cierto comisario fue a ver exposiciones manko suyas en dos ocasiones), y un día de repente presentó en su casa para arrestarla. Y llevarla a la cárcel. Sí, todo esto ocurría en pleno 2014.

Lo que siguió fue un vía crucis por el sistema penitenciario japonés, que este manga refleja en toda su arcaica e hipócrita gloria. Resulta que el código penal japonés considera delito de obscenidad el mostrar explícitamente genitales por ningún medio público, ni siquiera cuando la obra en cuestión va dirigida a adultos. El quid de la cuestión es que esta prohibición ha sido ignorada en multitud de ocasiones, y la autora pone dos ejemplos indignantes por lo significativos que resultan. El primero de ellos es el Kanamara matsuri o  festival del pene de acero de Kawasaki, donde desfila por las calles un enorme falo rosa. En Google encontrarás cientos de imágenes de gente encantada con la estatua y chupando piruletas conmemorativas sin que ningún policía trate de detenerlos ni enviarlos a una cárcel donde no se les permita ni hacer una simple llamada a los familiares. El doble rasero es tan obvio que no me voy a parar más en esto.

En el festival también venden piruletas




El otro ejemplo que pone es una publicidad de revistas porno que vio en un tren, donde se veía a unas chicas desnudas; y de ese ejemplo hay más que decir. ¿Por qué la policía no actuaba contra eso, y para colmo en un contexto público como es un tren? Porque, como la propia Rokudenashiko explica, lo que en el fondo les molestaba es que sus creaciones de arte vaginal están creadas y controladas por ella misma. Es una mujer explorando su propio cuerpo de una manera divertida, desenfadada y no sexualizada. Sus figuritas, su canoa y todo lo demás no están hechas para excitar a ningún nombre, y no la cosifican como objeto sexual lista para el consumo. La consideraban obscena porque en su obra ella es la protagonista, y no una víctima ni un objeto de deseo. En última instancia, lo que ocurría es que la sociedad japonesa, profundamente sexista y patriarcal, trataba de poner a esta rebelde en su sitio, de hacerla callar y volver a ponerla en el estrecho cajón de las muchachitas tímidas-pero-sexys, de las lolitas en mini falda levemente sonrojadas, de las superheroínas de grandes escotes y de las amitas de casa mojigatas y dulces que están en casita preparando las cenitas de sus mariditos.



Mientras nos narra la odisea que vivió, Rokudenashiko reflexiona sobre el enorme tabú que existe en Japón en torno a los genitales femeninos (hay varias escenas en las que la autora se ríe porque debido a la causa de su encarcelamiento, durante su proceso judicial en varios hombres formales y "respetables" se ven obligados a decir la palabra manko, para su gran incomodidad), y a través de sus talleres varias mujeres llegan a conocer y apreciar sus propias vaginas, que hasta ese momento estaban invisibilizadas... Y todo ello contado con una sencillez y una espontaneidad que engancha.

En fin, no me quiero extender más porque de verdad  creo que merece la pena hacerse con este manga y descubrir todo lo que nos tiene que contar. Rokudenashiko es una persona increíble, espontánea y divertida, y es emocionante la humildad con que reconoce que toda su campaña por la liberación del manko empezó de la manera más frívola e inocente, sin que pretendiese hacerse abanderada de ninguna causa, sino por simple deseo de divertirse y experimentar con su cuerpo para hacer arte. Partiendo de su situación, el cómic, narrado de una manera muy amena y divertida pese a que en muchas ocasiones el contenido es indignante, nos muestra una interesante y crítica visión del Japón actual, del sexismo que impera y de su corrupto sistema penitenciario.

Y si alguien se anima a comprar una de sus encantadoras figuritas, dejo aquí el enlace a su tienda.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Cazafantastamas (2016): carta abierta a los fans posesivos


 Recientemente fui a ver Cazafantasmas, y salí indignado del cine.

¿Porque es mala? ¿Porque se burla del clásico de los ochenta? No. Porque me parece flipante e indignante que esta película haya fracasado en EEUU y lo vaya a tener difícil para recuperar la inversión, mientras que algo como Escuadrón Suicida haya sido un taquillazo. Y no puedo evitar pensar que el machismo ha jugado un importante rol en este devenir de los acontecimientos. Me explico.

Cuando se difundió la noticia de un remake de Cazafantasmas protagonizado por cuatro chicas, para mucha gente saltaron las alarmas. Estaban "mancillando nuestra infancia", las feminazis ya estaban otra vez jodiendo a todo el mundo, bla bla bla. Por supuesto toda esta bilis se producía sin haber visto la película, para poder juzgarla con objetividad, o con una subjetividad argumentada, al menos. El trailer, en YouTube, es uno de los contenidos de la página con más "No me gusta" de la historia.

Como cualquier otra cosa, la opinión de cada uno es cuestión de gustos, pero creo que no me dejo llevar mucho por la subjetividad cuando pienso que Cazafantasmas, como película palomitera, es una excelente comedia, protagonizada por cuatro actrices poseedoras todas ellas un visible timing cómico (de diferente estilo en cada caso). Incluso Liam Hemsworth, a quien consideraba un buenorro estereotípico de limitado talento dramático, se revela aquí como excelente cómico, capaz de dejar la épica y solemnidad de Thor a un lado y entregarse sin una brizna de vergüenza a un papel ridículo y divertido. La peli posee verdaderos personajes, que cuentan con verdaderas motivaciones, y además de hacerte reír (y mucho, y cada cinco minutos, por lo menos en mi sala), te permite sentirte implicado con ellos y cogerles aprecio, con la única excepción del malo de la historia, que quizás hubiera requerido un poco más de desarrollo.

¿Qué "falla" entonces? Pues aquí expongo mi teoría, desglosada en puntos:

1. Ausencia de buenorras
Es lamentable tener que decir lo que voy a decir, pero afrontémoslo: al margen de su calidad como actrices, la primera cualidad que tienen siempre las actrices protagonistas de casi todo, pero en especial de cine comercial es estar buenas. Luego ya pueden ser buenas o malas intérpretes, pero la primera es condición sine qua non. Trata de encontrar ejemplos de lo contrario: te sobrarán dedos de una mano. Las cuatro mujeres protagonistas son básicamente gente normal, y la única que podría ser la fantasía del público masculino hetero, resulta ser lesbiana. Eso por no decir que las cuatro llevan uniformes holgados y cómodos y no hay ninguna escena de cómo se visten, se bañan en una piscina, etc. Quien único tiene escenas en las que se explota su belleza es Chris Hemsworth. Las mujeres llevan toda la vida sentándose a ver pelis en las que los personajes de su mismo sexo son constantemente usadas como reclamo, y no les ha dado ningún infarto, pero ¿parece que lo contrario es mucho pedir? Comparémoslo con Escuadrón Suicida, donde una de las dos únicas chicas del grupo tiene una escena dedicada a enseñarnos cómo se viste, sensualmente. Ninguno de sus compañeros hombres tiene una escena similar. La escena es tratada como una broma (todo el mundo, incluidas otras mujeres, se le quedan mirando babeantes), pero resulta un poco hipócrita cuando el propio director, con sus planos recreándose en el cuerpo de Harley Quinn, hace y nos invita a hacer de voyeur.

"¿A quién miráis? ¿Es que nunca habéis visto a una tía siendo usada de reclamo?"
2. Protagonistas que no son satélites de hombres
Muy relacionado con lo anterior. Estamos tan acostumbrados a ver películas y series en las que las chicas son las novias de, las hijas de, el objetivo romántico de, que resulta casi revolucionario que en una película las protagonistas prescindan de la preposición "de". Aquí todas tienen sus vidas y sus motivaciones personales, y su existencia misma no se apoya ni se justifica en su relación con ningún hombre. Esto evidentemente no implicaque sean misándricas ni nada por el estilo, simplemente no son el satélite de nadie, como ocurre en la vida real. Comparémoslo de nuevo con Escuadrón Suicida, donde Harley Quinn se convirtió en supervillana por amor al Joker, Katana lleva en su espada el alma de su difunto marido, y la Encantadora, que lo primero que hace es resucitar a su hermano para que la ayude, y su derrota conlleva que vuelva a transformarse en la bella, frágil y casi carente de frases Cara Delevigne, novia del coronel Flagg. Excepción honrosa la de Amanda Waller, único personaje femenino sin subtrama romántica. Atención, pregunta difícil: a ver si adivinas cuál de las dos pelis supera el test de Bechdel. La respuesta, al final de la entrada.

3. La posesividad de cierto sector del público
Este factor, del que hablaba al inicio de la entrada, es extrínseco al film, y me temo que es el que al final pesó más. La industria del entertenimiento desde siempre ha tratado a los hombres como los reyes de las pelis de acción y comedia. Como ocurre con tantísimas otras cosas, nunca, nadie, se pregunta por qué los cuatro cazafantasmas originales eran hombres. Simplemente eran esos cuatro hombres los protagonistas, y nadie se planteó jamás si eso daba un toque "masculino" a la peli, o si eso la hacía estar dirigida únicamente al público masculino. Ya ves tú qué cosas: en un mundo en el que aproximadamente el 50% de la población es de un sexo y el otro 50% del otro, a menudo se trata al sexo femenino como "la excepción", la "versión diferente" de la opción básica por defecto, que sería ser hombre. En ese contexto cultural, y vista la reacción de un sector del público ante la nueva versión de Cazafantasmas, parece que a nivel sociológico, la hermana pequeña del que antes era hijo único le ha cogido prestado su juguete al rey de la casa, y este se ha cogido una pataleta monumental, berreando "¡los ochenta son míos!". A este sector del público sólo le diría que primero vieran la peli para poder juzgar. Y entonces descubrirían los numerosos guiños cariñosos a la franquicia, porque esta peli está hecha con la bendición del cast original, y dedicada al fallecido Harold Ramis, por lo que el respeto a la fuente es absoluto. Y en segundo lugar, si finalmente no les hace gracia, que es totalmente respetable, que tengan en cuenta que nadie ha borrado de la historia las pelis originales, y ahí seguirán, siendo para siempre dos clásicos inolvidables del cine comercial de los años 80.

Si te salta el buzón de voz de ellas, llámanos a nosotros.
Teniendo todo esto en cuenta, acabamos con que una película como Escuadrón Suicida, llena de agujeros argumentales y mucho menos graciosa, sin embargo gana la partida a la hora de sumar dólares. Una peli que se amolda perfectamente al canon de toda la vida, con sus buenorras como dios manda y sus tipos duros... En fin.

*Respuesta a la pregunta: ¡las dos lo superan! Sólo que en el caso de Cazafantasmas la chicas hablan constantemente de todo tipo de temas, y en el de Escuadrón Suicida, hay una escena en la que Harley le pregunta de pasada a Katana qué perfume lleva. Algo es algo...

sábado, 16 de abril de 2016

Juego de Tronos y el sexo: luz (Parte I)

Antes de empezar este artículo debo confesar dos cosas.

La primera es que tardé muchísimo en subirme al carro con Juego de Tronos. Las historias ambientadas en la Edad Media, aunque sea en versión fantasiosa, no son lo mío, y me temía que me iba a acabar durmiendo en medio de algún diálogo pomposo entre nobles y demás cosas por el estilo. La segunda cosa es que aún no he visto la quinta temporada, y aunque poco a poco me he ido haciendo a la idea de verla, me ha costado. Cierta muerte ocurrida a finales de la cuarta temporada, y otra que supe que tendría lugar en la quinta, acabaron con mi paciencia.

Una de las cosas que todo el mundo alaba de esta serie es el valor y la falta de escrúpulos de George R.R. Martin, y por extensión de los guionistas, a la hora de matar a personajes importantes (y secundarios, y terciarios). Pero, ¿es de verdad una virtud? Ya sabemos que la vida real es así, la gente muere de repente, los poderosos prosperan, los inocentes son sacrificados y muchas "tramas" acaban inconclusas, pero, ¿en el terreno de la ficción no podemos saltarnos un poco el realismo para crear historias más interesantes? En fin, aunque no sé si podré perdonarle nunca a GRRM lo que les hizo, no hemos venido aquí a hablar de los pobres Oberyn Martell y Shireen Baratheon.

El caso es que la serie, cuando por fin me senté a verla, me sorprendió de muchas maneras. Todo el mundo habla de los fantásticos diálogos, del excelente nivel interpretativo medio, de la calidad del diseño de producción, etc. Sin embargo, un detalle del que nunca oía hablar y que me parece fundamental en la obra, es el enorme contenido que tiene Juego de Tronos sobre política de género y sexualidad. El mensaje de la serie es claramente feminista y progresista, y no sólo porque cuente con un variado plantel de personajes de sexo femenino muy bien desarrollados y que son mucho más que meros satélites de sus novios/maridos/hermanos/padres y con personajes de variada sexualidad, sino porque las políticas de género juegan un papel crucial en la trama.



El mundo que retrata Juego de Tronos es terriblemente machista y patriarcal. Las mujeres son básicamente una simple moneda de cambio, un adorno, un instrumento sexual, o una máquina de parir. ¿Cómo es que en un entorno así podemos hablar de una serie "feminista"? La clave, como en tantas cosas, están en el punto de vista, y es que, de la misma manera que en los libros varios personajes son los encargados de hacernos ver la historia a través de sus ojos, en la serie, a través del guión, se nos pone en la piel de las mujeres que están sometidas a esa sociedad, y cómo cada una se enfrenta a ella como puede. Cada una de ellas es un icono femenino y muestra una actitud y una estrategia ante esa sociedad que no las deja situarse en el mismo sitio que los hombres.

Cersei está consumida por la rabia, porque el hecho de ser mujer es lo único que se interpone entre ella y el trono, y sin duda se considera a sí misma mejor candidata que su marido, su hermano o su hijo. Su estrategia es la manipulación, la corrupción y el abuso de poder que su situación económica y social le permiten. Margaery es algo así como el reverso luminoso de Cersei, y aunque su estrategia también es la manipulación, su especialidad es ganarse el aprecio y la confianza de la gente para lograr sus objetivos. No se puede decir que sea particularmente noble, pero tengo que decir que en un mundo tan turbio como el de esta serie, Margaery, con sus maquinaciones, que a diferencia de Cersei no desembocan en ejecuciones y humillaciones, sino más bien en contactos estratégicos, información útil y favores, es de mis personajes favoritos y un soplo de aire fresco. Arya está frustrada porque en un mundo donde a las de su rango les toca ser princesitas delicadas, ella lo que desearía es ser una guerrera. Quién le iba a decir que la vida, de la manera más cruel, la pondría en ese camino. Brienne es algo así como lo que podría ser Arya cuando crezca, y su experiencia muestra el precio que tiene que pagar por ello: todos aquellos con los que se cruza se burlan de su sexo y de su físico corpulento, cuestionan burlonamente su sexualidad y en general se niegan a admitir la evidencia de que esta mujer es uno de los mejores guerreros de la serie. Pero si algo le sobra a Brienne es integridad y valentía, y es con estas armas sobre todo con las que se se enfrenta al mundo que la rodea.

Para humillar a Brienne, no sólo le dan una inútil espada de madera con la que luchar, sino que además, la "ponen en su lugar" vistiéndola de doncella

La pobre Sansa en cambio es el polo opuesto: una princesita que estaba encantada con su rol, y que deseaba tener una historia convencional de cuento de hadas. Sin embargo su príncipe azul acaba siendo un monstruo, y Sansa termina convertida una víctima a la que todos utilizan y de la que todos abusan... excepto, irónicamente, el guerrero sucio, malhablado y moralmente gris que es quien más se acaba pareciendo al príncipe que ella quería. Hasta el final de la temporada cuatro, si algo caracteriza a Sansa frente a las otras chicas que menciono es precisamente su indefensión, su rol absoluto de víctima, pero por lo que sé esto cambia a partir de la quinta temporada. Y por supuesto no podemos olvidarnos de Daenerys, que representa la forma más "pura" de poder femenino en esta serie. Daenerys no necesita de ninguna estrategia retorcida (más allá de ganarse el respeto de su marido cuando aún vivía) para llegar a lo más alto, porque si algo exuda a borbotones es poder. Alguien que se apoda "De la tormenta", "La que no arde", "Rompedora de cadenas", y desde luego "Madre de dragones" desde luego no puede ser ninguna mindundi. Esta dama de rubia cabellera destaca, entre otras cosas, por ser el único personaje de sexo femenino de toda la serie que no depende de ningún hombre y ante quienes los demás se postran.
 
Ya más en general, la serie muestra su tono progresista con la actitud de los personajes respecto a los roles de género y la sexualidad. Desde luego se trata de un mundo de moralidad muy gris, pero si hay una forma infalible de saber la alineación moral básica de los personajes, es ver su actitud frente a estas cuestiones. Dicho de otro modo: en general los personajes "buenos" tratan a las mujeres con respeto, y no hacen bromas ni juicios homofóbicos al menos de manera explícita o implícita. Los personajes "malos" son violadores, misóginos y homófobos. Tenemos a Tyrion, que aunque es asiduo de los burdeles, jamás falta al respeto a ninguna de las prostitutas. A Ned, que anima a su hija Arya a aprender el arte de la espada, e incluso le regala una y le contrata a un maestro. O cualquiera de los hijos Stark, que establecen relaciones basadas en el respeto con el sexo opuesto. Respecto a Jaime, uno de los personajes más ambiguos moralmente, empezamos a ver señales de su evolución como persona cuando comienza a respetar a Brienne, e incluso en un momento dado señala de pasada que le da igual la orientación sexual de la gente. Por otro lado, entre los personajes LGBT de la serie tenemos a Renly, que es siempre mostrado como un candidato a rey justo y bondadoso, su amante Loras, uno de los mejores guerreros de la serie, o al inolvidable Oberyn, orgullosamente bisexual y amante del sexo sin las cortapisas morales del resto de la sociedad, que además es es un tipo noble y un guerrero formidable. Y, ay, un tanto arrogante y confiado.



Y por otro lado tenemos a Joffrey, que entre otras muchas cualidades horribles, se divierte maltratando a las mujeres (y a casi todo el mundo, la verdad), su visión del sexo parece ser únicamente una forma de tortura, y pretende establecer un ley que prohiba la homosexualidad en cuanto suba al trono. A Tywin, que se niega a otorgarle a su hija el poder que esta desea e incluso la fuerza a contraer matrimonios concertados. A la perversa Cersei, que denomina a Loras "muerdealmohadas". A Craster, que se dedica a violar a sus mujeres y les obliga a matar a sus bebés de sexo masculino. A Melisandre, una asesina y fundamentalista religiosa que en alguna ocasión insinúa a Renly que arderá en algún infierno, como castigo a su orientación, en clara alusión a la moral religiosa sobre la homosexualidad.

Por todo ello queda claro que Juego de Tronos es una serie de mensaje claramente progresista y feminista, donde las políticas de género juegan un papel fundamental. Y sin embargo... hay una razón por la que le he puesto a esta parte del artículo el subtítulo "luz". En la próxima parte explicaré por qué al mismo tiempo, y aunque parezca contradictorio, pienso que la serie está rodada de una manera bastante sexista y explotadora. Y digo "rodada" y no "escrita" porque a menudo es claramente una cuestión de decisiones de dirección, y no del guion en sí mismo. Pero de todo esto hablaré en la próxima entrada...

domingo, 13 de diciembre de 2015

Esas preguntas típicamente dirigidas a mujeres

Entrevistadora: ¿Y tienes pareja?
Supergirl: ¡Eso nunca se lo preguntarías a Superman!
(Supergirl, episodio 3, "Fight or Flight")

A mucha gente le molesta que se siga hablando del feminismo (o del machismo). Esta gente a menudo afirma que, en países como España, las cosas ya han cambiado totalmente y las mujeres tienen total igualdad de derechos y posibilidades. Por ejemplo, ya se han incorporado al ejército, una de las ocupaciones más tradicionalmente masculinas que existen, así que habría que dejarse ya de tonterías y quejas. ¿Verdad?

Sin embargo, como ocurre a menudo, los problemas no han desaparecido como por arte de magia, sino que se han vuelto más sutiles, más ambiguos, menos evidentes. Si una chica no podía acceder a un determinado puesto de empleo y ahora sí puede, el problema más inmediatamente patente parece que ya está resuelto. Pero mira más de cerca y la cosa no está tan superada como parece.

Y es que aunque las mujeres se hayan incorporado de pleno al mercado laboral, siguen pesando sobre ellas ciertas expectativas y estereotipos que los hombres se ahorran (ellos se encuentran con otros, de los que algún día hablaré). Recientemente, en una entrevista a Isabel Coixet, la directora de cine, ésta comentaba que estaba harta de tener que responder a menudo a preguntas sobre cómo compaginaba la educación de sus hijos con su trabajo, que a menudo la obliga a viajar. También le preguntaban cosas del tipo de si sus películas tenían un toque femenino, siendo ella mujer. ¿Habéis leído alguna vez a un director de cine masculino (o escritor, o artista de cualquier ámbito) al que le pregunten si sus obras tienen un "toque masculino" por ser él hombre? ¿Y sobre el cuidado de su familia? ¿Es que ninguno es padre?

Isabel, buscando las mejores ofertas en pañales

Un montón de factores intervienen probablemente en este tema. Por un lado, está la cuestión de cómo se considera casi siempre al hombre "la persona por defecto", y a la mujer como "caso aparte", y de esto ya ha he hablado alguna vez. En las cosas que hacen los hombres no hace falta la etiqueta "masculino", porque la suya es la opción, repito, por defecto. No se habla de "fútbol masculino", ni de "literatura masculina", "cine masculino"...  Es fútbol, literatura, cine o lo que sea a secas. Por tanto, cuando alguien que no es de ese grupo participa, inmediatamente se piensa que aporta alguna cualidad especial a su trabajo, intrínseca al subgrupo de los no-hombres. Por otro lado, la incorporación de la mujer a todo este tipo de cosas es más o menos reciente según el caso (en la literatura obviamente no, por ejemplo), y la transición no ha sido tan perfecta y carente de problemas como sería deseable. Hasta hace no tanto ellas se quedaban en casa a cuidar de los niños y hacer la comida, y esa concepción de la mujer como mamá/ama de casa sigue muy presente en nuestras mentes. Y no nos engañemos, gran cantidad de mujeres han accedido al mercado laboral sin por ello dejar de ejercer ese rol de mamás y guardianas del hogar, eso que la prensa llamaba a veces "superwoman", en el sentido de que sacan tiempo de debajo de las piedras para hacer catorce cosas distintas sin renunciar a nada. Así que cuando vemos a una mujer haciendo un trabajo que tradicionalmente sólo desempeñaban hombres, aún seguimos viéndola en esos otros roles.

Un capítulo aparte merecen las preguntas y comentarios sobre el aspecto. Hace aproximadamente un año, la astronauta Elena Olegovna Serova cobró cierta relevancia en los medios porque iba a ser la primera astronauta rusa enviada a la Estación Espacial Internacional. Hizo ruedas de prensa y se le preguntaron muchas cosas... Entre otras, cómo resistiría su hija de 11 años su prologada ausencia, o cómo, agárrate, cuidaría de su pelo en el espacio. Al parecer la chica respondió pacientemente a las preguntas, pero cuando se le preguntó otra vez por asuntos relacionados con su melena, perdió la paciencia y preguntó por qué no se interesaban también por las cabelleras de sus compis masculinos. Seguidamente explicó que se tomaba muy en serio su trabajo y la responsabilidad que conllevaba. Curiosamente, algo similar ocurrió también en el mundo de la astronomía, cuando se anunció que un grupo de ocho mujeres entrarían en un simulacro de ocho días en una nave espacial (falsa) para preparar un posible viaje pilotado a luna en 2029. Y es que en la rueda de prensa correspondiente, en este caso se les preguntó cómo aguantarían en el espacio, si la misión fuese real, sin hombres ni maquillaje. Una de ellas respondió irónicamente que sin duda en esa situación el estar guapas iba a ser su primera preocupación. Después les preguntaron también a ellas por el cuidado de su pelo. Ay, Pantene no sabe el increíble nicho de mercado que se está perdiendo al no patrocinar misiones espaciales.

En el espacio nadie puede arreglarte las puntas abiertas

Para acabar, una pequeña anécdota con la que quizás muchas se sientan identificadas. Una vez me contaba una amiga cómo, en una entrevista de trabajo, la cosa parecía ir sobre ruedas. De pronto, el entrevistador le preguntó si tenía pareja, y si vivía con él. Ante la respuesta afirmativa a ambas preguntas (las cuales es ilegal hacer en una entrevista de trabajo), su interés por ella como candidata al trabajo cayó en picado visiblemente. Y es que siendo mujer, y estando en edad de ser madre...

¿Creéis que esta pregunta se la hicieron a los hombres que participaban en el proceso?

viernes, 19 de junio de 2015

Jurassic World (2015): macho alfa busca hembra estrecha

"-¿Cuál de ellos es el [macho] alfa?
 -Lo tienes enfrente de ti, chaval."
                                              (Chris Pratt, dejando muy claro el mensaje de la película)

Cuando comenzaron a surgir los tráilers de Jurassic World, Joss Whedon, creador de Buffy,  cazavampiros, comentó en un tuit su desagrado al ver un viejo cliché sexista de Hollywood vivito y coleando. El tráiler mostraba a Bryce Dallas Howard, como Claire, la estirada, maniática y pija presidenta del parque Jurassic World, visitando a Owen, su ex, un tiarrón fuerte, pragmático y directo, para pedirle ayuda con un asunto del parque. En la escena se daba a entender que Claire, por ser tan estirada y una frígida, fue la culpable de que la relación no fuera a más. Pues sí: estamos en 2015 y aún así volvemos a encontrarnos el cliché de la tía inflexible y estirada que necesita relajarse y que la follen bien, y su futuro novio, el tío sencillo y rudo que la enseñará a soltarse.



Colin Trevorrow, el director de la peli, comentó sin embargo que no se había sentido ofendido por las palabras de Whedon, y que a él mismo le había llamado la atención que Universal hubiese elegido esta escena para todos sus tráilers, ya que no era representativa de la película, y sacada de contexto era engañosa respecto a los personajes.

Bueno, pues después de ver la peli, me pregunto si este hombre sabe qué película ha dirigido o sufre un ataque de amnesia o algo así, porque la película efectivamente es un desfile de clichés sobre roles de género como hace tiempo no veía.

El personaje de Claire es exactamente eso que el trailer te presenta, y no rasques más, porque no tiene más trasfondo. Una ejecutiva fría e impersonal que sólo entiende de números y no de mundanas necesidades humanas, como comer, dormir, y otras necesidades básicas, como muy expresivamente le explica Chris Pratt haciendo el gesto de "ñaca ñaca" en la famosa escena. "Algo de eso tienes que entender", le dice, para que el mensaje de lo que necesita Claire quede bien subrayado. Por supuesto ya sabemos que, según avance la peli, Claire se irá soltando y aprenderá a defenderse por sí sola, e incluso tendrá algún momento heroico en el que sea la que salve ella a los demás. El punto de inflexión está incluso subrayado en la película, en un momento en el que se quita su chaquetita blanca y se la anuda, provocando pasmo en Owen y risitas en el público; una escena que francamente me dio bastante vergüenza ajena y me hizo pensar qué pasaría por la cabeza de Bryce Dallas Howard mientras su personaje es ridiculizado de esta forma.


Y es que el personaje de Claire evoluciona mucho durante la película. No solo aprende a ser una tía guay ("tía" literal y figuradamente, porque su objetivo además de sobrevivir es proteger a sus sobrinos y ganarse su afecto), sino que además aprende que una mujer de verdad debe desear ser madre. Al inicio de la historia, sus conversaciones con, ejem, como se llame su hermana, la genérica mamá de los niños, dan a entender que Claire, la pobre, no entiende lo más importante en la vida es ser madre, y como bien le adoctrina su hermanita, la cuestión no es "si" lo será, sino "cuándo". Palabras textuales del guión. Menos mal que no hay nada como una crisis con terroríficos dinosaurios carnívoros para despertar el instinto maternal de las mujeres frías y antinaturales. Curiosamente este subtexto conservador en pro de la maternidad ya estaba presente en la película original, pero en aquella ocasión el que aprendía la lección era Alan Grant. Por cierto que su compañera, la doctora Ellie, era sin embargo una mujer resolutiva y espabilada desde el minuto uno, no necesitaba que la nadie la enseñara a soltarse, y tenía incluso un memorable diálogo con el dueño del parque en el que se burlaba de él por pretender tratarla como a una damisela en apuros.

"Mi peli tiene ya veinte años y era más progresista que ésta".

Del personaje de Owen he hablado sólo tangencialmente, pero es que de él hay menos aún que decir, porque es bidimensional hasta la médula. Owen es guay. Owen es un machote. Owen es capaz de domar velocirraptores, que es algo así como el grado máximo de machote que uno puede alcanzar, algo digno de los Chuck Norris facts, la rehostia al cubo. El guión no se molesta nunca en darle una pizca de humanidad, una debilidad, algo que lo baje un poco del pedestal, así que lo único que se interpone entre el personaje y el odio total es el carisma y la simpatía innata de Chris Pratt, el cual por cierto es capaz de hacer trenzas y correr con tacones. ¡Búscalo en YouTube!

La peli, ya saliéndonos del tema que ocupa este blog, es divertida y te ofrece todo lo que le pides: emoción, persecuciones, cientos de homenajes más o menos ocultos al original, dinosaurios zampándose a gente... incluida, aviso de spoilers, la pobre niñera encargada de cuidar a los niños, que sufre la muerte más impactante, prolongada, rebuscada y profundamente cruel no ya de esta peli, sino de toda la saga. Una muerte que se habría merecido cualquiera de los personajes oficialmente "malos" de la peli, incluso si vamos a ser justos la propia Claire, que es en gran medida culpable de todo lo que sucede. ¿Por qué esta pobre mujer merecía morir de esa horrible manera que parece diseñada para provocar los aplausos del público más morboso? ¿Por ser británica? ¿Por ser correcta y aburrida y carecer de frases?

A nivel cinematográfico, y a todos los demás niveles en realidad, la peli palidece en comparación con la original, y la justificación metarrefrencial que se hace en los diálogos de que el público ya no se conforma con aquello y pide más, no cuela. Lo que pasa es que para implicar de verdad al público y crear algo digno de recordar, más allá de lograr un megaéxito inmediato, necesitas más originalidad y unos personajes más carismáticos.

Y esto lo podrás encontrar en la entrañable película anterior de Colin Trevorrow, Seguridad no garantizada, filmada cuando aún tenía una voz propia y no había sido devorado por ese enorme dinosaurio llamado industria.