viernes, 19 de junio de 2015

Jurassic World (2015): macho alfa busca hembra estrecha

"-¿Cuál de ellos es el [macho] alfa?
 -Lo tienes enfrente de ti, chaval."
                                              (Chris Pratt, dejando muy claro el mensaje de la película)

Cuando comenzaron a surgir los tráilers de Jurassic World, Joss Whedon, creador de Buffy,  cazavampiros, comentó en un tuit su desagrado al ver un viejo cliché sexista de Hollywood vivito y coleando. El tráiler mostraba a Bryce Dallas Howard, como Claire, la estirada, maniática y pija presidenta del parque Jurassic World, visitando a Owen, su ex, un tiarrón fuerte, pragmático y directo, para pedirle ayuda con un asunto del parque. En la escena se daba a entender que Claire, por ser tan estirada y una frígida, fue la culpable de que la relación no fuera a más. Pues sí: estamos en 2015 y aún así volvemos a encontrarnos el cliché de la tía inflexible y estirada que necesita relajarse y que la follen bien, y su futuro novio, el tío sencillo y rudo que la enseñará a soltarse.



Colin Trevorrow, el director de la peli, comentó sin embargo que no se había sentido ofendido por las palabras de Whedon, y que a él mismo le había llamado la atención que Universal hubiese elegido esta escena para todos sus tráilers, ya que no era representativa de la película, y sacada de contexto era engañosa respecto a los personajes.

Bueno, pues después de ver la peli, me pregunto si este hombre sabe qué película ha dirigido o sufre un ataque de amnesia o algo así, porque la película efectivamente es un desfile de clichés sobre roles de género como hace tiempo no veía.

El personaje de Claire es exactamente eso que el trailer te presenta, y no rasques más, porque no tiene más trasfondo. Una ejecutiva fría e impersonal que sólo entiende de números y no de mundanas necesidades humanas, como comer, dormir, y otras necesidades básicas, como muy expresivamente le explica Chris Pratt haciendo el gesto de "ñaca ñaca" en la famosa escena. "Algo de eso tienes que entender", le dice, para que el mensaje de lo que necesita Claire quede bien subrayado. Por supuesto ya sabemos que, según avance la peli, Claire se irá soltando y aprenderá a defenderse por sí sola, e incluso tendrá algún momento heroico en el que sea la que salve ella a los demás. El punto de inflexión está incluso subrayado en la película, en un momento en el que se quita su chaquetita blanca y se la anuda, provocando pasmo en Owen y risitas en el público; una escena que francamente me dio bastante vergüenza ajena y me hizo pensar qué pasaría por la cabeza de Bryce Dallas Howard mientras su personaje es ridiculizado de esta forma.


Y es que el personaje de Claire evoluciona mucho durante la película. No solo aprende a ser una tía guay ("tía" literal y figuradamente, porque su objetivo además de sobrevivir es proteger a sus sobrinos y ganarse su afecto), sino que además aprende que una mujer de verdad debe desear ser madre. Al inicio de la historia, sus conversaciones con, ejem, como se llame su hermana, la genérica mamá de los niños, dan a entender que Claire, la pobre, no entiende lo más importante en la vida es ser madre, y como bien le adoctrina su hermanita, la cuestión no es "si" lo será, sino "cuándo". Palabras textuales del guión. Menos mal que no hay nada como una crisis con terroríficos dinosaurios carnívoros para despertar el instinto maternal de las mujeres frías y antinaturales. Curiosamente este subtexto conservador en pro de la maternidad ya estaba presente en la película original, pero en aquella ocasión el que aprendía la lección era Alan Grant. Por cierto que su compañera, la doctora Ellie, era sin embargo una mujer resolutiva y espabilada desde el minuto uno, no necesitaba que la nadie la enseñara a soltarse, y tenía incluso un memorable diálogo con el dueño del parque en el que se burlaba de él por pretender tratarla como a una damisela en apuros.

"Mi peli tiene ya veinte años y era más progresista que ésta".

Del personaje de Owen he hablado sólo tangencialmente, pero es que de él hay menos aún que decir, porque es bidimensional hasta la médula. Owen es guay. Owen es un machote. Owen es capaz de domar velocirraptores, que es algo así como el grado máximo de machote que uno puede alcanzar, algo digno de los Chuck Norris facts, la rehostia al cubo. El guión no se molesta nunca en darle una pizca de humanidad, una debilidad, algo que lo baje un poco del pedestal, así que lo único que se interpone entre el personaje y el odio total es el carisma y la simpatía innata de Chris Pratt, el cual por cierto es capaz de hacer trenzas y correr con tacones. ¡Búscalo en YouTube!

La peli, ya saliéndonos del tema que ocupa este blog, es divertida y te ofrece todo lo que le pides: emoción, persecuciones, cientos de homenajes más o menos ocultos al original, dinosaurios zampándose a gente... incluida, aviso de spoilers, la pobre niñera encargada de cuidar a los niños, que sufre la muerte más impactante, prolongada, rebuscada y profundamente cruel no ya de esta peli, sino de toda la saga. Una muerte que se habría merecido cualquiera de los personajes oficialmente "malos" de la peli, incluso si vamos a ser justos la propia Claire, que es en gran medida culpable de todo lo que sucede. ¿Por qué esta pobre mujer merecía morir de esa horrible manera que parece diseñada para provocar los aplausos del público más morboso? ¿Por ser británica? ¿Por ser correcta y aburrida y carecer de frases?

A nivel cinematográfico, y a todos los demás niveles en realidad, la peli palidece en comparación con la original, y la justificación metarrefrencial que se hace en los diálogos de que el público ya no se conforma con aquello y pide más, no cuela. Lo que pasa es que para implicar de verdad al público y crear algo digno de recordar, más allá de lograr un megaéxito inmediato, necesitas más originalidad y unos personajes más carismáticos.

Y esto lo podrás encontrar en la entrañable película anterior de Colin Trevorrow, Seguridad no garantizada, filmada cuando aún tenía una voz propia y no había sido devorado por ese enorme dinosaurio llamado industria.