miércoles, 26 de agosto de 2015

2015: el año TRANS

Si tienes la mirada puesta, aunque sólo sea de soslayo, en el mundo que te rodea, lo habrás notado. Algo está pasando. La tierra está temblando, y en el paisaje empieza a perfilarse cada vez más algo que hasta ahora estaba en la bruma.

Cuando digo "en la bruma", quiero decir en el ámbito de la marginación, de la burla, del chiste. El colectivo trans está progresivamente entrando en la conciencia colectiva como algo digno de ser respetado, y este 2015 que se acerca a su último cuatrimestre parece haber sido un punto de inflexión.

Roma no se hizo en un día, reza el dicho, y con los derechos, la visibilidad y la imagen del colectivo trans ocurre lo mismo. Evidentemente todos los logros que se van consiguiendo no caen del cielo y son fruto del trabajo y el valor de mucha gente.

Carla Antonelli, la primera mujer transexual en acceder a un cargo de representación parlamentaria en España

Ya el año pasado cobró cierta popularidad la serie Transparent, donde se relataba cómo la vida de una familia se veía trastocada por la transición de hombre a mujer del padre. Sin embargo no dejaba de ser una serie hasta cierto punto minoritaria, y además por lo que he sabido gran parte del drama  giraba en cómo afectaba a los demás la transexualidad del padre, lo cual le quitaba un poco de fuerza al poder de la serie para fomentar la empatía con el personaje (si vas dedicar tu obra al drama de una persona, deberías en primer lugar centrarte en cómo lo vive dicha persona, y ya en segundo lugar de qué manera eso afecta a su entorno, y no al revés). Por otra parte, el personaje en cuestión, como viene siendo la norma en la industria de la ficción, estaba interpretado por un hombre cisexual (es decir, no transexual), con lo que de nuevo se perdía una oportunidad de oro de darle voz a este colectivo tradicionalmente relegado a papeles de prostituta, secundaria graciosa y demás.

Sin embargo, quién sabe si de alguna sutil manera esta serie ayudó a crear el ambiente apropiado para lo que vendría después, en este año 2015: la irrupción en la cultura popular de una persona que brillaría con luz propia, y que de forma totalmente inesperada, se transformaría en un referente, y pondría cara a todo un colectivo. Una persona que cambiaría la percepción del gran público de lo que es una persona transexual, y se convertiría en eso que llamamos un icono.

Hablo, por supuesto, de Caitlyn Jenner. 

El salto definitivo fue esta icónica portada para Vanity Far.

Nacida como Bruce Jenner, hasta el pasado año toda su fama se debía a sus logros como atleta, ganando el oro en la disciplina de Decatlón de las olimpiadas de 1976. Bueno, a eso y al reality Keeping Up With The Kardashians, en el que se cuentan en formato de "serie" las idas y venidas de la familia Jenner-Kardashian. La familia Kardashian no es precisamente conocida por haber cambiado el mundo con sus brillantes mentes, y el reality desde luego no es más que el típico escaparate donde presenciar ese mundo de riqueza al que la mayoría nunca accederemos. Sin embargo, la popularidad de este reality ha servido de trampolín para la historia personal de Caitlyn, y si no hubiera sido por la existencia de este programa y de su éxito continuado durante años, la transición de Caitlyn nunca habría logrado tanto eco mediático. Si en vez de provenir de una familia de estrellas de la prensa rosa Caitlyn hubiese sido, qué se yo, filósofa o astrónoma, nunca nos habríamos enterado de su transición y el gran público no se habría visto expuesto de semejante manera a la realidad transexual. Así que ya ves: nunca desprecies el poder de la cultura popular para cambiar la sociedad. 

Actualmente Caitlyn Jenner tiene su propio reality, I Am Cait, y así, de repente, tenemos una especie de versión más palomitera y menos sesuda que la anteriormente citada serie Transparent, con lo que el proceso de penetración en la conciencia popular sigue su curso. Y aunque digo que no deja de ser un reality para todos los públicos, quiero que quede constancia de que, por lo que he leído, además de los típicos elementos televisivos, la serie sí está tratando el tema con seriedad, y el punto de vista nunca es extraer comedia o morbo de Caitlyn como persona transexual, sino meterse en su piel y explorar el mundo desde su punto de vista.



Lo que desearía resaltar de toda esta historia es que Caitlyn Jenner no sólo ha puesto nombre y apellido a una realidad poco conocida para la mayoría, sino que, sobre todo, ha cambiado la percepción de mucha gente ante esta realidad. Ha cambiado la cultura, nada menos. Mucha gente, al ver de primera mano los sentimientos y las situaciones a las que se enfrenta Caitlyn, ha podido empatizar con ella, y es así como la sociedad puede dar pasos de gigante: cuando el objeto de las burlas, el morbo o la curiosidad se convierte en sujeto de su propia historia para que los demás la escuchemos. El cambio social que ha puesto en marcha esta mujer es del tipo de los que hacen que determinadas bromas pasen a ser consideradas intolerables y de mal gusto. Y así es como saltó la polémica en las redes sociales cuando, de cara al próximo Halloween, algún listo de pocos escrúpulos puso a la venta un disfraz de Jenner. Eso sí, si leeis los "inspirados" comentarios de la noticia en El Mundo, veréis que aún queda un largo camino por recorrer. 

Y es que, como cualquier colectivo tradicionalmente marginado, los transexuales hacen frente a su propio subgrupo de insultos, mitos y muestras de ignorancia. En esa misma sección de comentarios se puede leer a uno diciendo que como mujer ha quedado "fea"...como si su objetivo hubiese sido conseguir más belleza. Hale, pues ya está, si la naturaleza no te hace muy agraciado, cámbiate de sexo, que es una forma súper rápida y sencilla de estar más guapo y no te trae ningún problema. ¡Cómo no se nos había ocurrido antes! El próximo año, en lugar de ponerse bótox, los famosos van a empezar a cambiarse de sexo en masa para estar más atractivos, ya lo estoy viendo. Otro tiene la lúcida teoría de que Jenner se cambió de sexo para lograr más notoriedad y conseguir dinero. Claro que sí, hombre, uno se embarca en algo tan carente de problemas y facilón como cambiar de sexo por ganar dinero. No hay más que ver a todas esas transexuales millonarias que vemos por la calle  conduciendo ferraris. Otros comparan vestirse de monja o cura en general con vestirse de una persona en concreto, y no ven dónde está la burla en hacerlo y además poner el disfraz de marras a un modelo particularmente viril, por si no queda suficientemente claro que el objetivo del disfraz es burlarse de la famosa por su transexualidad como algo intrínsecamente ridículo.

En fin. Para acabar la entrada, dejo aquí este vídeo donde una chica transexual mexicana, Victoria Volkóva, hace un recuento de todas las preguntas y comentarios chorras que está hasta el gorro de escuchar. Vale la pena verlo, para reírse un rato, para pensar y abrir la mente... y para sentir una cierta vergüenza al darte cuenta de que sí, muchos hemos estado ahí y alguna vez hemos dicho algo por el estilo. Nunca se deja de aprender.


domingo, 16 de agosto de 2015

Kristen Stewart, la sexualidad y la visibilidad

Recientemente la actriz Kristen Stewart hizo una entrevista con la revista NYLON. La entrevista ha sido muy comentada en varios medios, ya que trataba sobre uno de los "misterios" favoritos de la prensa rosa: la orientación sexual de Kristen. Pocas cosas hay más jugosas para la prensa del corazón que el que un famoso "confiese" (uno de los verbos estrella en estas situaciones, el cual lleva todo un cargamento de connotaciones no muy buenas) que es gay o lesbiana, o quizás bi. Normalmente estos medios ya tienen razones para sospechar o saber, y la salida del armario es, como si dijéramos, la rendición del famoso de turno, algo así como si le dijeran "venga, déjate ya de tonterías y dilo".

Y el caso de Kristen Stewart sigue ese guión al dedillo: a la actriz ya la habían fotografiado unas cuantas veces "en actitud cariñosa" (¡otro clásico!) con una chica que al parecer es productora de efectos especiales. Sin embargo, la respuesta de Kristen ha sido como cuando en una película se detiene la banda sonora bruscamente con el sonido del disco rayándose: no le da la gana definirse.

A ver cómo te lo digo. (Imagen extraída de Socialite.com)
Concretamente sus palabras fueron:

"Si sientes que de verdad quieres definirte, y tienes la capacidad de definir esos parámetros, y eso en sí mismo te define, pues hazlo. Pero yo soy actriz, tío. Vivo en la puta ambigüedad de esta vida y me encanta. No siento que fuera algo auténtico para mí ir y decir "¡voy a salir del armario!". No, tengo un trabajo. Hasta que decida que voy a crear un fundación o que tenga un poco de perspectiva u opinión que los demás deben recibir... no. Sólo soy una niña que hace películas".  

Sus palabras, francamente, son bastante ambiguas y misteriosas: no veo la relación entre ser actriz y salir o no de un hipotético armario. Sin embargo, personalmente me parece leer entre líneas otra cosa. La industria del cine estadounidense (o su cúpula, concretamente) es, pese a su vinculación con el arte y la cultura,  muy conservadora aún. ¿Es posible que Stewart esté protegiendo el futuro de su carrera evitando hacer una declaración explícita? Los actores necesitan hacernos creer en los personajes que encarnan, y por algún motivo la sexualidad es uno de los aspectos que la gente no puede dejar de lado cuando piensa en un actor. Si Fulanito hace de homosexual en una peli, y lo hace muy bien, inmediatamente alguna gente pensará que si lo hace así de bien, es porque algo de verdad hay. De la misma manera, si las escenas sexuales de tal peli son especialmente tórridas, muchos creerán que esa química que se ve en pantalla refleja algo que también ocurrió entre los actores cuando no había cámaras. Es, la verdad, una tontería, pero tendemos a pensar que algo de los personajes hay en los actores, y quizás Hollywood, temiendo esta reacción del público, y por el conservadurismo que mencionaba antes, castigue a los actores que rompen esa ilusión saliendo del armario. ¿Como va a hacer un gay o una lesbiana de heterosexual? El romance no va a ser creíble.


Por cien puntos: tres películas en las que Rupert Everett haga de heterosexual. ¿Dos?

Paradójicamente, a la inversa no pasa lo mismo: es algo aceptable y hasta prestigioso que un actor  heterosexual haga de gay o de transexual. Es incluso material de Oscar. Se alabará su sensibilidad, su capacidad de meterse en otra piel, su versatilidad.

Desde luego, quiero dejar claro que parto de la base de que Kristen Stewart puede hacer lo que desee respecto a este tema. En cierto modo tampoco está ocultando nada, porque como ella misma dice "No me estoy escondiendo. Búscame en Google", y efectivamente se pueden encontrar fácilmente un puñado de fotos con la chica en cuestión, pasándole el brazo por encima en público y etcétera. Sin embargo, aprovechando la ocasión, quisiera hablar del asunto de la visibilidad.

Mucha gente, cuando se habla de la orientación sexual de las personas, opina que no debería hacer falta ningún día del Orgullo Gay, ni salir del armario. Que la sexualidad es algo privado, y nadie debería hacer alarde de ella. Que todo el mundo debería respetar a todo el mundo sin importar la orientación. Y entiendo lo que quieren decir, y quizás en un hipotético mundo futuro ideal, así será. Pero este argumento opino que hoy por hoy no es aplicable, por diversos motivos. Por un lado, sería importante aclarar dónde termina la privacidad y dónde empieza la libertad de hablar libremente de la vida de cada uno. Cuando un compañero de trabajo te dice que este fin de semana ligó con una chica guapísima, ¿está haciendo alarde de su heterosexualidad? Cuando una conocida te dice que a su marido no le gusta la comida china, ¿está siendo poco discreta con su vida privada porque nos está haciendo saber que es heterosexual? A veces cuando se habla de este tema de la discreción y demás, creo que en muchas ocasiones es el mismo hecho de ser homosexual, sin entrar en ningún detalle más, lo que se considera algo "privado". Es decir: tabú. 

¡Qué descarados!

 Por otro lado, los "días" dedicados a diferentes temas existen por un motivo. O bien por ayudar a arrojar luz sobre un tema que necesita más concienciación pública (las enfermedades raras, la dislexia, la esquizofrenia, el maltrato), o bien porque celebran un acontecimiento histórico que merece ser recordado, o bien por intereses comerciales... El día del Orgullo Gay es una mezcla de las tres cosas. Conmemora un hecho histórico que inició un progresivo cambio social que aún hoy sigue, da visibilidad y trata de quitar el estigma a un grupo social que en determinados contextos es rechazado, y desde luego permite que un montón de empresas se forren un poco más. No es necesario un día de la gente morena, ni un día de los amantes del helado de fresa, ni un día de la gente que es hincha del fútbol, ni desde luego otro del orgullo heterosexual, porque ese día son todos. En ninguna sociedad o época ser heterosexual ha sido considerado una vergüenza, o una enfermedad o una señal de corrupción moral, y estadísticamente es la opción más probable, por lo que no necesita ninguna campaña que la saque de la oscuridad y el desconocimiento. Cuando algo está en minoría, y por ello envuelto en prejuicios y desconfianza, necesita hacerse visible, para no ser borrado. A ojos de la sociedad, lo que no se ve no existe, y si estamos donde estamos no ha sido gracias a la "discreción", sino a la voluntad y la valentía de mucha gente de ponerse en el punto de mira y decir "aquí estoy yo", cuando hacerlo significaba la cárcel, la muerte o la marginación.

Repito que finalmente la decisión de salir o no del armario es algo es de uno mismo, y sólo cada uno sabe cuáles son sus circunstancias, el precio que tendrá que pagar (no se puede pedir alegremente a alguien que se arriesgue a quedar en la indigencia, o perder la relación con un ser querido) y sus sentimientos al respecto.

Así que con esta entrada sólo quiero romper una lanza por toda la gente que ha dado un paso adelante a lo largo de la historia, y con su acción han puesto un granito de arena más por un mundo mejor.