sábado, 17 de mayo de 2014

Sobre la "maldad" de las mujeres

El otro día, durante un almuerzo, alguien pronunció la conocida frase.

"Es que las chicas somos más malas".

Hay muchas variantes: "las chicas son mucho más malas", "las chicas son peores", "las chicas son más cabronas", etc. Todas básicamente aludiendo a lo mismo, y en muchas ocasiones pronunciadas en primera persona del plural; es decir, por una chica que se incluye a sí misma y a sus compis de género en el club de la maldad.

Cada vez que la escucho, me subo por las paredes, y entro en un acalorado debate que se salda sin ningún resultado: ambos bandos acaban reafirmándose en sus posiciones, sin importar los argumentos que se den. Sin embargo, creo que hay numerosos argumentos para tirar por tierra este manoseadísimo cliché, pero si algo se demuestra día a día, es que es muy difícil enfrentarse a un estereotipo. Si la conciencia popular ha decidido que la gente del país X es antipática, que las rubias son tontas o que el universo gira alrededor de la Tierra, porque "se sabe", "siempre se ha dicho", "es evidente" y demás razonamientos, ya puedes darte de cabezazos contra la pared, que la sentencia ya está dada.

Pese a todo, vale la pena luchar contra la corriente y poner en tela de juicio determinadas cosas, y esta, en mi opinión, es una de ellas: no, no pienso que las mujeres en general sean "más" malas o malas a secas, así, estadísticamente hablando. Es más: creo que puestos a generalizar, se podrían encontrar números que más bien indicarían lo contrario, que la maldad se haya más frecuentemente en los hombres. Puede que alguien haya leído hasta aquí y esté flipando, pero sigue leyendo: a continuación voy con lo interesante, los motivos objetivos por los que defiendo esta idea. Antes de empezar, una puntualización crucial: hago una distinción muy clara entre lo que puede llamarse "maldad" entre comillas (criticar a alguien, no ser buen compañero de trabajo, etc.), y Maldad, con mayúsculas y en negrita: matar, violar... En mis argumentos hablo de este segundo tipo de maldad, que es la que considero que merece ese nombre. Van en forma de lista:

  • El número de asesinos de sexo masculino que ha habido en la historia es superior al número de mujeres. Según las estadísticas de la policía norteamericana, un 15% de los asesinos en serie han sido mujeres.
  • Cuando una ONG interviene en una población desfavorecida, por ejemplo para enseñar técnicas sanitarias o de cultivo de alimentos, centran la educación en las mujeres de esa comunidad. ¿Por qué? Porque ellas extienden ese conocimiento educando a su vez a los demás. Los hombres lo usan en provecho propio. Con las concesiones de microcréditos para generar economía local a menudo ocurre lo mismo. Puedes leer por ejemplo este artículo que explica el caso concreto del uso de microcréditos en Bangladesh, y cómo la mejora de la situación de la mujer influía en toda la familia, frente a lo que ocurría si se le prestaba el dinero a los hombres.
  •  Los dictadores que existen o han existido hasta hoy han sido todos hombres. Durante la discusión que mencionaba al principio de la entrada, se mencionó a Margaret Thatcher, pero supongo que por mucho que odiáramos todos a esta tipa, no resiste una comparación con (por ejemplo) su amiguito Pinochet, y no cabe la palabra "dictadora". No es lo mismo ser cuasi dictatorial que ser literalmente un dictador. Eso por no decir que cada Margaret Thatcher hay unos cuantos equivalentes masculinos. El argumento con el que se me respondió entonces era que esto era porque las mujeres no lograban llegar al poder, así que la presunta legión de mujeres malvadas nunca lograba llegar a realizar su sueño de ser dictadoras. Este argumento abre una serie de problemas distintos: ¿Quiénes les impiden llegar al poder y por qué no hacen lo mismo con los dictadores hombres que sí llegan? ¿El hecho de de impedir que alguien dirija un país por ser mujer no es ya en sí mismo una demostración de, sino maldad, al menos injusticia? ¿El hecho de que el machismo imperante impida a la mayoría del mundo tener dirigentes femeninas es algo "positivo"?
  • El porcentaje de mujeres en prisión es bastante menor al de hombres. Según esta página, en toda Europa oscila entre el 4 y el 6% del total, siendo el porcentaje más alto el de Portugal, que asciende al 10%; en España por nuestra parte rondamos el 8%. Evidentemente no es un lugar fácil para nadie, pero por lo que he estado leyendo además, las mujeres particularmente pagan un precio extra por estar en la cárcel, sufriendo con mayor frecuencia que los hombres violaciones y abusos por parte del personal. La tasa de contagio de HIV en prisión es bastante más alta para las reclusas. Por otro lado, dado el menor número de prisiones femeninas que hay (en España por lo que he leído sólo hay cuatro; existiendo además centros mixtos), históricamente ha habido una tendencia a construirlos sin plantearse sus diferentes necesidades. La verdad es que el tema da para mucho, y a poco que leas te das cuenta de que la desigualdad sexual se multiplica en este mundo. Por cierto, parece un poco ridículo tener que decirlo, pero es evidente la conclusión que se saca de que el porcentaje de mujeres presas sea sensiblemente menor, ¿verdad?
  • Si bien evidentemente todo el mundo sale dañado en un conflicto armado, la mayoría de los refugiados son mujeres y niños. En una guerra, las mujeres (y los niños) se enfrentan al riesgo añadido de ser violados. Durante mucho tiempo este crimen no tenía una consideración aparte como crimen de guerra, ya que se daba por sentado que era "normal" en el contexto de una guerra. Podría poner ocho mil quinientos enlaces para ilustrar este punto, pero en fin, casi te diría que cojas cualquier guerra y ahí tienes un ejemplo. En la guerra de Bosnia, por poner un caso, había incluso campos dedicados exclusivamente a la violación de mujeres y niñas. Puedes leerlo aquí, con bastante más información en la versión en inglés.
  • Hablando de violaciones, la mayor parte de las víctimas de la trata de personas son, de nuevo, las mujeres y los niños (según esta página, el 80%). ¿Alguien duda del sexo de la gran mayoría de los clientes de este "negocio"? 
Seguramente podría seguir, y cada uno de los puntos podría ampliarse hasta dedicarles artículos y hasta libros enteros que los investigasen en profundidad, pero creo que en definitiva ya queda claro lo que quiero decir. Estos días todos hemos escuchado la noticia del secuestro, por parte de la organización terrorista Boko Haram, de unas 200 niñas que iban a examinarse en un instituto de Nigeria. Dicho grupo defiende una filosofía integrista (su nombre básicamente significa "La educación occidental es pecado"), y una vez declararon la autoría del secuestro, explicaron que las chicas no debían estudiar, sino casarse, ya que las niñas "a partir de los nueve años son aptas para el matrimonio". Todo esto me parece muy significativo y casi metafórico de todo lo que trato de decir aquí: en el mundo entero, las mujeres son oprimidas, violadas, silenciadas y básicamente anuladas de cientos de maneras distintas, y en la mayor parte de los casos, los autores de estos crímenes son... hombres.

Si has leído el artículo hasta aquí, sólo quiero darte las gracias, y pedirte que la siguiente vez que oigas, o te entren deseos de decir tú mismo/a, la frase de marras, pienses en al menos alguno de los puntos de que he mencionado más arriba. Mi opinión es que esta noción procede no del conocimiento ni de datos concretos, sino del machismo y la misoginia que imperan en el mundo, que llegan al punto de que incluso las propias víctimas de la frase la han interiorizado como cierta. Creo que necesitamos borrarla ya de una vez de la consciencia colectiva.

Y una última petición: si no estás de acuerdo conmigo y opinas que sí, que las mujeres son más malas, sólo te pido que en los comentarios expongas argumentos objetivos, y fuentes y ejemplos para apoyarlos, como he hecho aquí, y que recuerdes la distinción que he hecho al principio sobre la maldad y la Maldad.

Por cierto, casualmente, una vez acabado el almuerzo del que hablaba al principio de la entrada, reparé en el mantel de papel sobre el que habíamos comido.

Sí, eso que ves son manchas de grasa de la comida

Y si sabes euskera, lo podrás leer y verás que es... un poema feminista. A veces hay casualidades raras.