sábado, 27 de octubre de 2012

Solidaridad

La mini-entrada de hoy va dedicada a las dos heroínas de la semana: Julia y Auriane.

La historia seguramente ya la habréis leido en algún sitio: había una manifestación en Marsella (una de tantas que se celebraban por toda Francia ese día) para protestar contra el proyecto del gobierno de permitir la igualdad en el matrimonio y la adopción. Un pequeño inciso: es sorprendente que Francia, que históricamente siempre ha ido a la vanguardia en la conquista de derechos sociales, se haya quedado un poco rezagada en esto, pero estoy seguro de que pronto lo corregirán.

El caso es que estas dos chicas pasaban por allí, y ante el panorama (el lema de los manifestantes era "Una mamá, un papá. No se miente a los niños"), decidieron darse un largo beso, ante la indignación de los asistentes a la manifestación. Y lo mejor es que al parecer ninguna de las dos es lesbiana, y en palabras de una de ellas, "no hace falta ser homosexual para apoyarlos. Es un puro y simple gesto de solidaridad". En toda esta historia hay mucha tela que cortar, como por ejemplo ese concepto de "mentir" a los niños o de la necesidad de tener un padre y una madre, pero eso lo voy a reservar para más adelante y me voy a quedar con la parte que más me gusta de toda esta historia: el mensaje de que no hace falta pertenecer a un colectivo para apoyarlo. El mundo sólo puede avanzar cuando incluso aquellos a los que no les afecta algo de forma directa se implican emocionalmente.