Alguien podría preguntarse por qué un hombre escribe un blog que tiene como uno de sus tema principales el feminismo.
Y aunque por un lado entendería la pregunta, por otro lado, si se piensa un poco, es una pregunta más bien tonta. ¿Es necesario ser de una raza determinada para estar en contra del racismo? ¿Hace falta ser una foca para manifestarse en contra de los abrigos de piel? Con el feminismo, también es verdad, uno podría pensar que en definitiva un hombre no tiene por qué apoyarlo, ya que el machismo no le afecta. ¿Verdad?
Mentira.
El machismo nos afecta a todos. Una sociedad machista, lo parezca o no, oprime a todos y cada uno de sus miembros, sean del sexo que sean. La cuestión es de qué maneras, y para revelarlas es necesario hilar un poco más fino.
Si, es obvio el daño que el machismo hace a las mujeres. Basta ver la tele y abrir un poco los ojos para entererarse de ese interminable goteo casos de violencia de género, en tantas ocasiones de final trágico. Seguro que todos conocemos a alguna mujer a la que sus padres impidieron estudiar para que se dedicara a cuidar de la casa, a hacer la comida o a cuidar de sus familiares ancianos. Hasta hace no tanto determinadas profesiones estaban vetadas a las mujeres, y si nos remontamos un poco más atrás, hubo un momento en que no podían ni siquiera votar. Más recientemente, hace unas décadas apenas, para abrir cuentas bancarias debían... pedir permiso a sus maridos. Pensarlo una mezcla de risa, vergüenza e incredulidad.
Los hombres, visto lo visto, hemos salido bien parados, podría uno pensar. Pero como decía más arriba, lo que ocurre es que las formas en que el machismo asfixia y daña a los hombres son más sutiles, menos obvias, pero muy reales.
En el caso de la violencia de género, es imposible tener una estadística fiable al 100% de de la distribución por sexos, y no sólo porque es una situación dura y difícil de denunciar, sino porque además en el caso específico de un hombre que recibe malos tratos por parte de una mujer hay toda una serie de juicios sociales a los que se va a exponer: es un calzonazos, no sabe defenderse, no es un hombre. Es difícil denunciar algo cuando tienes miedo de que el policía que te toma declaración, o tu vecino del quinto, quizás se estén riendo de ti por dentro.
En el caso de las violaciones a un hombre adulto, sucede otro tanto de lo mismo. ¿Recuerdas alguna película o serie en que se haga humor a costa de insinuar que una mujer condenada a ir a la cárcel vaya a ser violada allí? Me pregunto si existirá algún caso. La opinión unánime es que la violación no es un tema de broma.
¿O a lo mejor sí lo es? Ahora piensa en películas donde se bromee sobre lo que le puede pasar a un hombre en la cárcel. Aquí, amigos, se abre la veda del humor, y ahí está el cliché de la pastilla de jabón y la ducha para atestiguarlo. La violación de un hombre a otro puede ser y a menudo es motivo de broma. La idea es que despojar a un hombre de su "hombría" es gracioso. En muchas ocasiones, cuando el malo de la peli es finalmente arrestado, el policía le hace saber que cuando esté en prisión, "John el Grande será muy cariñoso con él", o algo por el estilo. La reacción por parte del público que espera el guionista es que nos alegremos. Un hombre, como tal, tiene que ser un macho y ser el que domine, y todo lo que le haga ser víctima y estar en una posicióm de sumisión es intrínsecamente ridículo.
En una línea similar, la violencia cómica dirigida a hombres es moneda de uso corriente. En muchas comedias, los hombres reciben puñetazos o bofetadas por parte de sus novias. Ahora estrújate la mente a ver si recuerdas una comedia en que un hombre pegue una bofetada o una patada en la entrepierna a una chica. Está complicado. La idea subyacente es que un hombre puede recibir violencia y esto ser tratado como algo divertido, porque dado que es un tío puede soportarlo, y quizás hasta se lo merece, ya que en este contexto siempre se asume automáticamente que si la chica le pega, es porque tiene una buena razón. Si cambiamos el orden de los factores y fuera él quien le pegara a ella, y se hiciera la más mínima insinuación de que ella se lo merece... bueno, creo que la reacciónpor parte de la sociedad sería contundente, por decirlo de alguna manera.
Así que sí, volviendo a lo que decía al principio, el machismo din duda afecta a todo el mundo. ¿Se te ocurren más maneras en que lo hace?