Guión: Linda Woolverton
La frase: "Tuve alas una vez, pero me las robaron. Y eran poderosas".
A menudo se dice que Hollywood se está quedando sin ideas. Puede ser que sea un cliché cierto, o puede ser que no, pero en todo caso, este supuesto agotamiento de ideas al menos nos está trayendo giros de tuerca inesperados a cosas que ya conocemos, y como muestra, esta Maléfica, o lo que es lo mismo, La Bella Durmiente contada desde el punto de la malvada bruja. ¿Pero de verdad es esta la historia que conocíamos... o es algo más? A continuación va a haber todo tipo de SPOILERS, así que si no la has visto, ya sabes.
Maléfica, si bien personalmente como película me ha parecido flojilla, contiene en su guión un puñado de ideas interesantes, además de una carismática interpretación por parte de Angelina Jolie, que se funde en el papel a la perfección. Para empezar, la malvada bruja no es ni bruja ni "malvada", o no mucho, en todo caso. Resulta que era un hada madrina (y al parecer, ya en las notas de producción de la peli original de 1959 se establecía este dato), y su supuesta maldad tenía una causa muy concreta, esa sí, inventada para esta película: le robaron las alas, es decir, su libertad, y el padre de la rubísima y monísima Aurora fue el traidor que la engañó. Ya el punto de partida de la peli da para detenerse a pensar: ¡un historia para justificar, y finalmente redimir a la mala!
A lo largo del film, y alejándose cada vez más del original, se nos revela que en realidad casi desde el principio Maléfica no pudo evitar sentir afecto por la pequeña Aurora, y si no llega a ser por ella, las incompetentes de las hadas madrinas la habrían matado con su negligencia (!).
Pero quizás lo más llamativo de la película es que, por segunda vez en un corto espacio de tiempo, nos encontramos con un film en el que el amor romántico pasa a un segundo plano, y es otro tipo de amor el que resuelve el conflicto principal. Los que la hayan visto, recordarán que en Frozen (SPOILERS) era el beso de amor fraternal de Elsa el que salvaba a su hermana Anna. Por otro lado, el príncipe de turno resultaba ser un psicópata, y el novio del que posteriormente se enamoraba la hermana menor era importante en la trama pero no el centro y fin de la misma, y su relación no acababa en boda.
En Maléfica, quizás inspirándose en dicha peli, o quizá porque es el signo de los tiempos y algo va cambiando en Disney, resulta que ¡es el beso de amor casi materno-filial de la supuesta malvada bruja el que despierta a Aurora de su sueño! Para ser sincero, según se aproximaba el momento, no era muy difícil predecirlo, pero lo verdaderamente bueno y rompedor ocurre un momento antes: las torponas hadas madrinas convencen desesperadas al muy secundario príncipe Philip para que bese a la muchacha... ante los razonables reparos de este, que explica que está dormida y que además la acaba de conocer, y bueno, aunque no lo diga explícitamente, da a entender que le parece guapa y simpática, pero amor, lo que se dice amor, (al menos de momento) no siente por ella. Su beso, evidentemente, fracasa.
"¿Seguro que no le huele el aliento?" |
Y así, sin más miramientos, la película se burla de la noción del amor a primera vista, y cuestiona leve pero inequívocamente hasta qué punto es ético besar a un persona a la que acabamos de conocer y está dormida y/o en coma. Dos conceptos fundamentales en la película original de animación, así como en otras obras, tanto de Disney como de otras compañías.
Así que como decía, por segunda vez en muy poco tiempo, Disney nos sorprende con una nueva película en la que subvierte los clichés que ella misma ha afianzado e incluso creado durante tantos años, y no sólo eso, sino que se burla de ellos. ¿Es una casualidad? ¿El hecho de que la autora del guión sea una mujer, igual que en Frozen, ha influido en algo? ¿Estamos viendo el inicio de una nueva era en los guiones, o es todo un chispazo de originalidad y progresismo que se desvanecerá pronto?
Estaremos pendientes a la próxima peli de la factoría...